Los radiotelescopios del IAR tienen una visión privilegiada del cielo, si se comparan con instrumentos del hemisferio norte: desde el Parque Pereyra puede accederse a regiones radioemisoras muy interesantes, como por ejemplo la zona interna de la Vía Láctea, incluyendo su centro; las dos galaxias más cercanas: las Nubes Mayor y Menor de Magallanes; y la radiogalaxia más cercana, llamada Centauro A.
Si bien hay una media docena de radio-observatorios localizados en el hemisferio sur, sólo dos de ellos están sintonizados en la frecuencia de 1420 MHz, para el estudio del Hidrógeno Neutro Interestelar, el elemento probablemente más abundante de la Galaxia. Estos instrumentos están en el IAR (Argentina) y en Australia.
Desde los comienzos el IAR, y aprovechando esta ventaja, se han realizado trabajos tales como el estudio de la emisión de la molécula de oxhidrilo (OH) hacia el cometa Halley, estudios de nubes de alta velocidad (centenas de km/s) que no participan de la rotación galáctica, observaciones de regiones de gas que han sido "chocadas" por vientos fuertes o explosiones de supernova, investigaciones sobre la radiación proveniente de las Nubes de Magallanes y hasta búsqueda de señales inteligentes extraterrestres (
SETI) (en convenio con la Sociedad Planetaria de EEUU).
Sin embargo, quizá la contribución más importante realizada desde el IAR fue la de construir relevamientos (atlas) de la distribución espacial y cinemática del gas hidrógeno neutro (HI) de nuestra galaxia, visible desde el hemisferio sur, produciendo el el primer mapa de HI del cielo sur en 1982.
La primer imagen de la derecha muestra uno de los primeros mapas de la distribución global del hidrógeno interestelar obtenido en ondas de radio (1420 MHz) en la Universidad de Berkeley, EEUU, en 1976. La parte oscura correponde al cielo
inobservable desde el hemisferio norte. El mapa fue
completado con las observaciones realizadas en el
IAR (1982). Un segundo relevamiento global acaba de terminarse y se describe en el la sección
Relevamiento de HI.
En la actualidad se continúa con las observaciones del gas HI hacia objetos particulares, en las cercanías del Sol y las estrellas próximas; gas en expansión debido a explosiones de supernova o estrellas con vientos intensos; estudios de OH en dirección de nubes moleculares con posible formación estelar; el hidrógeno en otras galaxias, la emisión variable de quasares y galaxias lejanas; la emisión producida por partículas cargadas en todo el cielo austral; la búsqueda de señales inteligentes extraterrestres, y otros temas. Paralelamente, los instrumentos de observación son utilizados para la tarea fundamental de formar radioastrónomos.