Un grupo de trabajo del Instituto, formado por el ingeniero Daniel Perilli y los técnicos Abel Santoro y Pablo Ottonello remodelaron la vieja Sala de Circuitos Impresos del IAR, hoy en desuso, y la acondicionaron para poner en funcionamiento el Laboratorio de Vacío.

 

La idea fue utilizar un lugar físico que tuviera las dimensiones y facilidades necesarias para instalar el laboratorio, y que permitiera la prueba, verificación y análisis de amplificadores y accesorios, a muy bajas temperaturas (-253 C).

Para llevar a cabo la tarea hubo que hacer una serie de remodelaciones que consistieron en:

• Colocación de piso nuevo
• Colocación de ventana de aluminio
• Cambio de pileta
• Ensanche de pasillo de ingreso
• Colocación de membrana en el techo
• Instalación eléctrica
• Cambio de vidrios
• Arreglo de puerta de entrada
• Arreglo de mesa de trabajo

La cámara fue construida en acero inoxidable e incluye una unidad refrigeradora, con accesorios e instrumental necesario para las medidas de vacío, frío y de componentes de radiofrecuencia a verificar.