El SKA es un arreglo de antenas de un kilómetro cuadrado de área colectora, diseñado para la investigación científica en radioastronomía, una rama de la ciencia astronómica que ha producido algunos de los mayores descubrimientos en los últimos 50 años.
Este es el primer instrumento planificado por un consorcio internacional con el objetivo de introducir innovaciones revolucionarias en la radioastronomía.
Con su área colectora equivalente a más de 100 antenas simples de 100 metros de diámetro cada una, será 100 veces más grande que el mayor radiotelescopio que se encuentra en operaciones en la actualidad.
El nuevo telescopio cubrirá las frecuencias entre 0.05 y 22 GHz, con una resolución angular sin precedentes. Las especificaciones del diseño tienen como meta lograr una resolución de un décimo (0.1) de segundo de arco a una frecuencia de 1.420 MHz. Esa resolución equivale al tamaño angular bajo el que se vería una moneda argentina de un peso ubicada a 2,4 km de distancia). A esa misma frecuencia, el campo de visión (la extensión angular de la zona en la esfera celeste que sería observada simultáneamente con una resolución de 0.1 segundos de arco) sería del orden de un grado (unas dos veces el tamaño de la Luna llena).
El poder resolvente y calidad de imagen provistas por SKA serán cruciales para estudiar formación y evolución de estrellas, galaxias y cuasares en los confines del Universo. Permitirá a los astrónomos analizar por primera vez el medio interestelar en las galaxias formadas en las etapas más primitivas de la evolución del Universo, cuando éste contaba con apenas entre un 3% y un 5% de la edad actual. El estudio de las estructuras inhomogéneas en el hidrógeno primordial permitirá analizar la formación de las primeras generaciones de estrellas.
Asimismo se podrá investigar la materia oscura a través del estudio de lentes gravitacionales, el análisis de fenómenos estelares, fenómenos transitorios, agujeros negros, ondas de gravedad y relatividad general.
Este instrumento también proveerá información única para avanzar en el conocimiento de la formación y evolución de la vida en nuestro planeta, la estructura de los planetas del sistema solar, atmósferas y satélites planetarios, química prebiótica, y la búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Este telescopio incorporará una forma completamente nueva de investigar en astronomía. ¿Cómo el arreglo de detectores será apuntado electrónicamente, las señales serán grabadas en la memoria de las computadoras que controlarán al mismo; estas imágenes almacenadas podrán luego utilizarse para construir "haces" que apunten hacia cualquier sitio del Universo, permitiendo así el estudio de fenómenos esporádicos con altísima sensibilidad. Este observatorio "virtual" será fundamental para la búsqueda de inteligencia extraterrestre.
El proyecto se inició con un memorando de entendimiento firmado en el año 2000 y está siendo impulsado y planificado por un consorcio internacional constituido por 6 partes: Australia, Estados Unidos, Canadá, China, India y una sociedad conformada por 9 países europeos (Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia, Rusia, España, Suecia y el Reino Unido) más Sudáfrica. Estos países están trabajando intensivamente en el proyecto, desarrollando prototipos de antenas y diseños globales del instrumento que cumplan con las metas prefijadas y que competirán entre si para definir el mejor diseño posible.
Se prevé que para el año 2005 se llegue a un acuerdo internacional sobre el sitio de instalación de este megainstrumento y en el año 2007 se acordará entre los socios la implementación técnica a partir de la elección del mejor diseño.
Hacia fines del mes de Octubre del año próximo pasado, Argentina fue invitada por el Comité Internacional del SKA a presentarse como país candidato para ser sede de este instrumento ya que cuenta con vastas zonas muy adecuadas para su asentamiento.
Cabe señalar que este tipo de instalaciones trae aparejado grandes beneficios económicos, científicos y tecnológicos para el país anfitrión. A título de ejemplo se puede mencionar el modelo chileno, sede mundial de los mayores telescopios en operación en la actualidad. Chile percibirá la cantidad de 700.000 dólares anuales por ser el país anfitrión del complejo radioastronómico ALMA, que será instalado en las alturas de Atacama.
Estos fondos se utilizarán en dicho país para financiar proyectos locales y regionales y desarrollo científico a nivel nacional.
De más está decir que tanto la construcción como la operación de este tipo de instrumentos constituyen una fuente de empleo de gran importancia para el país sede.
Igualmente importante es el desarrollo tecnológico que trae aparejado este tipo de proyectos. Astronomía y tecnología han estado siempre inextricablemente ligadas. Las demandas de innovaciones requeridas, tanto en técnica como en software, por este tipo de instrumentos son un desafío para varias ramas de la ingeniería, induciendo desarrollos que luego son transferidos al mercado de consumo.
Sabiendo que esta es una oportunidad que nuestro país no debería desperdiciar, el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) dio un fuerte apoyo económico y logístico para lograr cumplir en término con los requisitos solicitados por el Comité Internacional del SKA.
Por este motivo, durante los meses de febrero y marzo del corriente año, se llevaron a cabo campañas de mediciones de la polución electromagnética (equivalente al concepto de polución atmosférica para un telescopio óptico) en las proximidades del Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), ubicado en la provincia de San Juan,, y en las proximidades del Centro Regional del CONICET de La Rioja (CRILAR), ubicado en las cercanías de la población de Anillaco. Un tercer sitio, ubicado en la provincia de La Pampa, será explorado en el próximo mes de mayo.
En informe completo (en idioma inglés) elevado al Comité Internacional del SKA el 31 de marzo próximo pasado puede encontrarse en la página web del
IAR:
http://www.iar.unlp.edu.ar/SKA.
(Marzo 2000)